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lunes, 22 de octubre de 2007

Anaga clama contra la especulación

Medio millar de personas secundaron en el mediodía de ayer la movilización convocada por la Asociación de Vecinos Los Pedacillos, de El Suculum, para censurar los 30 años de abandono a los que dicen haber estado sometido por el ayuntamiento de Santa Cruz. La protesta fue seguida por representantes y miembros de los barrios y pueblos de la cordillera de Anaga, casos de María Jiménez, San Andrés, Taganana, Almáciga, Igueste, Valleseco y Cueva Bermeja, e inclusos de otros venidos desde La Laguna.
La cita de ayer fue más que una simple movilización contra 30 años de olvidos. Fue un plante vecinal contra el ayuntamiento por intentar pasar puntillas en el conflicto generado por la urbanización del Valle de las Huertas.
Ayer Anaga clamó contra la especulación y la corrupción, como quedó de manifiesto en las proclamas que entonaban los vecinos que se agolparon a la altura del semáforo que delimita la entrada a la misma playa de Las Teresitas.
Los propietarios de las dos casas de Las Huertas amenazadas por la urbanización no estuvieron solos. Ni tampoco los dueños de las 32 parcelas que denuncian la ocupación de un suelo que dicen que es de su propiedad.
Desde las once de la mañana y hasta la una de la tarde de ayer, los vecinos se concentraron en el acceso a la playa, provocando una retención de vehículos que llegó hasta María Jiménez. Alguno de los lemas de las pancartas resumían el sentir de los allí concentrados: "No permitiremos más expolios. ¡Ya está bien!".
Entre los presentes, el representante de los vecinos de la trasera del Valle de las Huertas, Guillermo Acuña; los alemanes que han ganado la primera batalla del "caso Las Teresitas", y José Ángel Martín, edil socialista y firmante de la denuncia de Ínsula Viable que da pie a la investigación que ejecuta la Fiscalía Anticorrupción, entre otros. Los gritos de "¡Cuidado, Zerolo, que viene Garzón!" o "Lo siento, lo siento, Anaga ayuntamiento", definen el sentir de cuantas familias han entablado y costeado de su humilde economía una lucha desde hace 40 años y que ahora se ha destapado públicamente a raíz de la venta de la playa, una operación que inició la junta de compensación de Las Teresitas. Ésta vendió los terrenos por 5.000 millones de las antiguas pesetas a Inversiones Las Teresitas, constituida por Antonio Plasencia e Ignacio González. Luego, el ayuntamiento le compró sólo el frente de la playa a dicha entidad por 8.750 millones de pesetas. Los empresarios se desvincularon de la operación con el cierre de la negociación con Mapfre Inmuebles, de la que percibió 16.000 millones de pesetas. Los vecinos que se dicen propietarios de los terrenos se resisten a renunciar a lo que consideran sus legítimos intereses, de los que, a su juicio, "hemos sido usurpados". Ahora le toca el turno a los tribunales.
Fuente: El Día

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