El Carnaval de Tenerife "pare" 4 murgas

El Carnaval también es madre, también da a luz. En esta ocasión, se trata de cuatro hijos, cuatro nuevas murgas que quieren formar parte de la fiesta carnal chicharrera. Dos de ellas, Los Singüetis y Los Rebotados son mixtas, con chicas y chicos entre sus componentes, y las otras dos son murgas masculinas, Los Jocikudos y Los Chichas con Ch (Los Chinchosos de Paco Padilla que no pueden registrarse con este nombre).

Los Carnavales tienen acostumbrados a sus seguidores a que sean murgas sólo masculinas o sólo femeninas las que ofrezcan el espectáculo. A pesar de que las murgas infantiles, orígenes de las adultas, están formados por niñas y niñas, las mixtas no suelen darse. Sin embargo, 2011 ha parido dos murgas mixtas, porque sus componentes, de las infantiles Sofocados (Rebotados) y Revoltosos (Singüetis), una vez cumplidos los 18 años, se han negado a separarse, y han decidido que "lo importante no es ganar" (pues saben que tal y como está ahora el concurso, y para desgracia de las féminas y mixtas, las masculinas son las que más opciones tienen al premio), "sino pasárnoslo bien sobre el escenario, aunque suene a tópico".

Los chicos y chicas de Los Singüetis ensayan en el local de la murga infantil Los Revoltosos, en Añaza. Yasmina cuenta que "tenemos pensado el disfraz. Lo que no llevamos muy adelantado que digamos son las letras. Eso sí, nos centraremos más en la crítica que en el humor, porque esto último no se nos da muy bien".

Dicen que harán todo lo posible para poder salir en los Carnavales de 2011, "pero ya sabes que la subvención el primer año no da para mucho porque se reparte entre todos los grupos nuevos". "No pensamos ni siquiera en pasar a la final, pues nuestro único sueño es poder subirnos como murga adulta al escenario de los Carnavales de Santa Cruz", añaden.

Los Rebotados son la primera murga adulta del barrio de María Jiménez, "y de toda Anaga". "Se lleva luchando durante muchos años para poder salir, desde 1984, pero por una cosa o por otra, al final nos quedábamos con las ganas", señala su representante Christian Pérez. "Por fin, Anaga tiene su murga", comenta.

Sus componentes son antiguos miembros de la murga infantil Los Sofocados, por lo que ensayan en este mismo local. "Después de Sofocados, Los Zeta Zetas han sido nuestros maestros. Hemos estado en ese grupo durante siete años la mayoría de nosotros, y ahora hemos decidido que ha llegado el momento de sacar nuestra propia murga", cuenta Manuel Pérez, el director.

Eso sí, tenían claro desde el principio que el grupo iba a estar formado por chicos y chicas, "como en la murga infantil, pues queremos estar con nuestros compañeros y compañeras de siempre". Aunque las mixtas no suelen tener mucho éxito, como le ha pasado a L@s mismos de siempre, Los Rebotados creen que eso podría cambiar. "Creo que esto es más cuestión de prejuicios que de otra cosa. Una murga mixta puede ser buena y tener la misma calidad que un grupo sólo de hombres o uno sólo de mujeres. Lo que pasa es que suena diferente. Además, tiene mucho más mérito, porque es bastante más difícil compaginar voces masculinas y femeninas en una murga", explica Manuel.

Intentarán mezclar en sus letras la crítica y el humor, para no separarlos, "porque creo que ambos ingredientes deben ir juntos en el Carnaval". Ya tienen alguna letra montada y el disfraz en camino. Están ilusionados y nerviosos, porque "tener nuestra propia murga es ya hablar con palabras mayores".

Los Jocikudos son chicos de la murga infantil Los Lenguas Largas y Los Chichas con Ch son Los Chinchosos que no pueden registrarse con este nombre debido a una denuncia. Paco Padilla, uno de sus fundadores y que vuelve a la murga tras cinco años de descanso, cuenta que intentarán recuperar esta identidad, "y si no, igual nos acabamos llamando Chistosos para no tener que cambiar mucho el pasacalles, y porque esto hay que tomarlo con mucho humor".
Todos esperan que la final de murgas no se vuelva a celebrar en el puerto, que "se busque otro sitio". "El lugar es muy frío, en todos los sentidos, y el sonido malo".

[Fuente: La Opinión]