“La Jueza acaba de suspender el derribo”... Los gritos, los lloros y los abrazos quebraron la tensión acumulada de los vecinos de Cho Vito justo cuando la situación no podía ser más tensa. El alcalde de Candelaria, Gumersindo García, estaba sentado a una mesa de plástico frente al portavoz de los afectados, Tomás González, y rodeado por los vecinos del poblado marinero que intentában morderse la lengua sin demasiado éxito, ya que le increparon en varias ocasiones y de diferentes maneras “que no ha defendido a su pueblo”... Y, entonces, una llamada del abogado consiguió que no importara demasiado que los cuerpos de seguridad empezaran a merodear por la zona para localizar el mejor sitio de entrada en el momento en el que el derribo se consumara y controlar así a los vecinos. Hoy es el día en el que los afectados debían retirar sus pertenencias y desalojar sus casas para que el martes las palas derribaran 20 casas (y no 23 según los vecinos ya que hay viviendas que se repiten en la orden) de las 31 casas de Cho Vito, pero después de una rueda de prensa durante la tensa visita del alcalde se supo que, de momento, Cho Vito se salva. El Juzgado Número 2 de lo Contencioso Asministrativo de Santa Cruz de Tenerife dictó, hace unas horas, la suspensión cautelar del derribo y aceptó el recurso de apelación. Ahora, el lunes los vecinos deberán presentar de nuevo la documentación para que el juzgado la analice. Entre los papeles, pruebas con las que intentar demostrar que al menos cinco viviendas más son única morada para los afectados, a parte de las seis que la Dirección General de Costas ha asegurado que no tirará. También, un estudio realizado por el catedrático de Antropología de la Universidad de La Laguna, Fernando Estevez, que intenta avalar el carácter etnográfico de un poblado marinero que existe desde los años 50, como demuestran los documentos catastrales de muchas de las casas que también recibirá la juez y a los que se puede sumar la palabra de los más viejos de lugar, tal y como saldrá publicado, a partir de mañana, en las ediciones impresas. “Una pequeña batalla ganada”... “pero hay que seguir luchando”... “no nos vamos a mover de aquí”... “Seguiremos vigilando”.
Fuente: Diario de Avisos
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