Los últimos datos sobre la evolución de este sector en las islas y en particular en Tenerife así lo aconsejan. Datos como los del paro en el sector y otros sobre la caída de la actividad constructora e inmobiliaria, confirman lo que diferentes sectores sociales y organizaciones ecologistas y de izquierdas venimos anunciando desde hace ya tiempo. Así lo manifestó a los medios, Paco Déniz, portavoz de esta formación política, añadiendo que, el incremento de la cantidad de trabajadores parados en este sector es consecuencia de la apuesta decidida de las autoridades canarias y, sobre todo, de la irresponsabilidad del empresariado de la construcción, que ha primado siempre el beneficio inmediato sobre la planificación consecuente de nuestra economía.
Para Alternativa Sí se puede por Tenerife, el gobierno de Canarias, los tres partidos mayoritarios que gobiernan en exclusividad desde hace décadas y el gran capital en las islas, son los que han llevado a este sector a la situación en la que se encuentra. Son estos agentes políticos y empresariales con su apuesta por un modelo económico basado en la especulación del suelo, en la ganancia rápida y fácil y en la sobreexplotación de los trabajadores, los responsables directos de las altas tasas de desempleo, la precariedad laboral y los bajos salarios; estos problemas, ya graves, se están agudizando por la inevitable caída actual de la actividad en la construcción.
Para Paco Déniz, por estos motivos es a ellos a los que hay que exigirles los cambios necesarios en la política económica y social en Canarias. Dichos agentes empresariales y políticos han ignorado y despreciado el llamamiento de la población y de numerosos sectores de las islas para que frenen su carácter depredador para con el territorio.
Desde Sí se puede se enfatiza en que el parón en la construcción, el exceso construcciones (una vivienda por cada dos habitantes), la pérdida de calidad turística, las expropiaciones forzosas, la burbuja inmobiliaria y la subida de los tipos de interés, se salda ahora con grandes despidos. La irracionalidad social del modelo económico (construcción y turismo masivo) hace imprescindible la reorientación, reconversión y redimensionamiento de estos sectores económicos.
Los miembros de Sí se puede advierten a Paulino Rivero de que no ceda ante el chantaje de Antonio Plasencia e Ignacio González, y consideran que es una desfachatez que quienes han provocado esta situación (FEPECO, por ejemplo) pretendan ahora que las autoridades públicas le solucionemos la crisis que ellos han provocado. Constructores que manejan el capital insular, que se han venido enriqueciendo en los últimos cinco años a costa de destrozar el territorio, pretenden, ahora, que el descenso en su actividad la paguemos los canarios.
Paco Déniz, criticó las recientes declaraciones de Paulino Rivero, manifestando que se pretende facilitar las pretensiones empresariales de ceder más suelo rústico y de poner en marcha los grandes proyectos contestados por toda la población como la Vía Exterior, la ampliación de Los Rodeos y el Puerto de Granadilla, demuestra a las claras a qué intereses sirve Coalición Canaria y el PP.
Igualmente, los miembros de Alternativa Sí se puede, consideran una desfachatez que Plasencia pretenda erigirse en defensor de los trabajadores y a quienes quieren acceder a una nueva vivienda, utilizándolos como chantaje para presionar a las autoridades públicas. El presidente de FEPECO achaca el encarecimiento de la vivienda a la inexistencia de suelo y a la carestía del mismo, y no a las desorbitadas ganancias de los empresarios en los últimos años. Y para mantener tasas tan obscenas de beneficios, ahora los grandes empresarios pretenden que las instituciones le sigan regalando suelo público para seguir especulando con el mismo.
Sí se puede considera una desvergüenza manifiesta la presión que algunas organizaciones empresariales y constructoras ejercen sobre las instituciones para que se habilite más suelo urbanizable. La ambición del capital en las islas roza la humillación.
Desde esta organización de izquierda, se plantea que la solución a estos problemas sólo puede venir de un cambio de modelo económico basado en el apoyo público a la diversificación de nuestra economía: revitalización de una agricultura y ganadería orientadas al mercado interno, desarrollo de la acuicultura para la que nuestros mares son ideales, potenciación de nuestro raquítico sector industrial, aumento sustancial de la inversión en investigación tanto básica como aplicada, abaratamiento del transporte interinsular como condición insoslayable de un verdadero mercado canario. Y por su puesto en una reconversión profunda de la actividad constructora, reorientándola hacia la rehabilitación, no sólo de la planta hotelera, sino, también del territorio.
Para Alternativa Sí se puede por Tenerife, el gobierno de Canarias, los tres partidos mayoritarios que gobiernan en exclusividad desde hace décadas y el gran capital en las islas, son los que han llevado a este sector a la situación en la que se encuentra. Son estos agentes políticos y empresariales con su apuesta por un modelo económico basado en la especulación del suelo, en la ganancia rápida y fácil y en la sobreexplotación de los trabajadores, los responsables directos de las altas tasas de desempleo, la precariedad laboral y los bajos salarios; estos problemas, ya graves, se están agudizando por la inevitable caída actual de la actividad en la construcción.
Para Paco Déniz, por estos motivos es a ellos a los que hay que exigirles los cambios necesarios en la política económica y social en Canarias. Dichos agentes empresariales y políticos han ignorado y despreciado el llamamiento de la población y de numerosos sectores de las islas para que frenen su carácter depredador para con el territorio.
Desde Sí se puede se enfatiza en que el parón en la construcción, el exceso construcciones (una vivienda por cada dos habitantes), la pérdida de calidad turística, las expropiaciones forzosas, la burbuja inmobiliaria y la subida de los tipos de interés, se salda ahora con grandes despidos. La irracionalidad social del modelo económico (construcción y turismo masivo) hace imprescindible la reorientación, reconversión y redimensionamiento de estos sectores económicos.
Los miembros de Sí se puede advierten a Paulino Rivero de que no ceda ante el chantaje de Antonio Plasencia e Ignacio González, y consideran que es una desfachatez que quienes han provocado esta situación (FEPECO, por ejemplo) pretendan ahora que las autoridades públicas le solucionemos la crisis que ellos han provocado. Constructores que manejan el capital insular, que se han venido enriqueciendo en los últimos cinco años a costa de destrozar el territorio, pretenden, ahora, que el descenso en su actividad la paguemos los canarios.
Paco Déniz, criticó las recientes declaraciones de Paulino Rivero, manifestando que se pretende facilitar las pretensiones empresariales de ceder más suelo rústico y de poner en marcha los grandes proyectos contestados por toda la población como la Vía Exterior, la ampliación de Los Rodeos y el Puerto de Granadilla, demuestra a las claras a qué intereses sirve Coalición Canaria y el PP.
Igualmente, los miembros de Alternativa Sí se puede, consideran una desfachatez que Plasencia pretenda erigirse en defensor de los trabajadores y a quienes quieren acceder a una nueva vivienda, utilizándolos como chantaje para presionar a las autoridades públicas. El presidente de FEPECO achaca el encarecimiento de la vivienda a la inexistencia de suelo y a la carestía del mismo, y no a las desorbitadas ganancias de los empresarios en los últimos años. Y para mantener tasas tan obscenas de beneficios, ahora los grandes empresarios pretenden que las instituciones le sigan regalando suelo público para seguir especulando con el mismo.
Sí se puede considera una desvergüenza manifiesta la presión que algunas organizaciones empresariales y constructoras ejercen sobre las instituciones para que se habilite más suelo urbanizable. La ambición del capital en las islas roza la humillación.
Desde esta organización de izquierda, se plantea que la solución a estos problemas sólo puede venir de un cambio de modelo económico basado en el apoyo público a la diversificación de nuestra economía: revitalización de una agricultura y ganadería orientadas al mercado interno, desarrollo de la acuicultura para la que nuestros mares son ideales, potenciación de nuestro raquítico sector industrial, aumento sustancial de la inversión en investigación tanto básica como aplicada, abaratamiento del transporte interinsular como condición insoslayable de un verdadero mercado canario. Y por su puesto en una reconversión profunda de la actividad constructora, reorientándola hacia la rehabilitación, no sólo de la planta hotelera, sino, también del territorio.
Alternativa Sí Se Puede Por Tenerife