El mal tiempo reinante en la noche del viernes al sábado dejó precipitaciones en forma de nieve por lo que desde primeras horas de la mañana, el Teide lucía un espeso manto blanco. A pesar de la cantidad de nieve caída las carreteras de acceso al Parque Nacional permanecían abiertas y sin registrarse incidencias.
Según los expertos, el cambio climático puede ser el culpable de que la Isla esté registrando uno de los inviernos más secos de la historia. El director del Centro Meteorológico Territorial de las Canarias Occidentales, Víctor Quintero, señala que aunque aún no se han recogido datos suficientes en cuanto a precipitaciones, con toda seguridad el Archipiélago se enfrenta a una de los inviernos más secos de toda su historia. "La prueba la tenemos en el pasado mes de diciembre cuando tradicionalmente las precipitaciones en forma de nieve hacían que el Teide apareciese totalmente nevado, un aspecto que no ocurrió así el pasado año a pesar de que las temperaturas fueron bajas", explica.
Uno de los ejemplos más significativos de la extraña situación meteorológica se produjo el pasado día 6 de enero. "El día de Reyes estadísticamente siempre ha llovido y este año no lo ha hecho lo que supone otro aspecto atípico en lo que a la meteorología se refiere", añade.
Según los registros del Instituto Nacional de Meteorología (INM), en 2005 tampoco se produjeron nevadas en el mes de diciembre. Algo que se ha vuelto a repetir en este fin de 2006 donde, al igual que en 2005, la nieve se presentó en los meses de enero, febrero y marzo aunque el año pasado también se produjo una nevada tardía en mayo.
Los registros del INM destacan que las nevadas más tempranas desde que se mantienen registros se produjeron en septiembre de 1924 y que las más recientes y también tempraneras se observaron en octubre de 1999. Las más tardías de las que se han registrado también se produjeron en 1924 cuando nevó en julio.
Según los expertos, el cambio climático puede ser el culpable de que la Isla esté registrando uno de los inviernos más secos de la historia. El director del Centro Meteorológico Territorial de las Canarias Occidentales, Víctor Quintero, señala que aunque aún no se han recogido datos suficientes en cuanto a precipitaciones, con toda seguridad el Archipiélago se enfrenta a una de los inviernos más secos de toda su historia. "La prueba la tenemos en el pasado mes de diciembre cuando tradicionalmente las precipitaciones en forma de nieve hacían que el Teide apareciese totalmente nevado, un aspecto que no ocurrió así el pasado año a pesar de que las temperaturas fueron bajas", explica.
Uno de los ejemplos más significativos de la extraña situación meteorológica se produjo el pasado día 6 de enero. "El día de Reyes estadísticamente siempre ha llovido y este año no lo ha hecho lo que supone otro aspecto atípico en lo que a la meteorología se refiere", añade.
Según los registros del Instituto Nacional de Meteorología (INM), en 2005 tampoco se produjeron nevadas en el mes de diciembre. Algo que se ha vuelto a repetir en este fin de 2006 donde, al igual que en 2005, la nieve se presentó en los meses de enero, febrero y marzo aunque el año pasado también se produjo una nevada tardía en mayo.
Los registros del INM destacan que las nevadas más tempranas desde que se mantienen registros se produjeron en septiembre de 1924 y que las más recientes y también tempraneras se observaron en octubre de 1999. Las más tardías de las que se han registrado también se produjeron en 1924 cuando nevó en julio.
Fuente: La Opinión de Tenerife
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