El uso de pistolas eléctricas -conocidas como Taser, marca del arma- por parte de la Policía Local y Autonómica de algunas comunidades españolas y las denuncias de Amnistía Internacional sobre el peligro que éstas conllevan han creado cierta polémica sobre su utilización y sus consecuencias, en algunos casos mortales, que provocan dichas armas. Mucho se ha discutido también sobre su legalidad, pero ésta no deja lugar a dudas, ya que la orden 959 del 17 de junio de 2002 de la Consejería de Presidencia e Innovación Tecnológica del Gobierno canario in-cluye este tipo de armas como equipamiento básico de la Policía Local en las Islas.
En el caso de La Laguna, la Policía Local tiene 16 Taser repartidas en tres destacamentos y, según afirman fuentes internas, "desde que las poseemos, hace poco más de un par de años, sólo las hemos usado seis veces, y en casos extremos". De hecho, los propios agentes manifiestan su preferencia por el arma eléctrica. "Si pudiera, la cambiaría por la convencional", señaló uno de ellos.
Según un informe elaborado por Amnistía Internacional, desde 2001 hasta 2007 han muerto casi 270 personas por el uso de estas pistolas. La ONG considera que este arma es susceptible de ser utilizada como instrumento de tortura. Por esta razón, la organización internacional ha solicitado que se detenga su uso hasta que se hayan probado sus efectos sobre la salud humana, puesto que cada disparo de la Taser desencadena una descarga de 50.000 voltios que paraliza momentáneamente a la persona.
Situaciones de riesgo
Las reglas de uso de las Taser no difieren de las de las armas convencionales. Son exactamente las mismas: cuando se pretenda evitar un daño grave, inmediato e irreparable, rigiéndose al hacerlo por los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad. Solamente deberán utilizar las armas en situaciones en que exista un riesgo racional para su vida, para su integridad física o las de terceras personas.
De acuerdo a estos principios de actuación, la Policía Local de La Laguna se ha visto obligada, según fuentes de este mismo cuerpo, a utilizarla en seis ocasiones: en el centro de salud del barrio de La Candelaria, contra un persona con síndrome de abstinencia, con carácter violento, que amenazaba a una doctora y los pacientes con un cuchillo; en el barrio de La Candelaria, contra una mujer con un cuchillo de grandes dimensiones que amenazaba a su ex novio; en un bar de Taco, contra un atracador con un cuchillo; contra una señora que intentaba suicidarse en Los Majuelos tirándose a la autopista; contra un señor enajenado mental, corpulento y violento, que estaba destrozando una casa, y contra un señor con problemas psiquiátricos que amenazaba a su madre.
Sobre el uso indiscriminado de estas armas, desde la Policía Local de La Laguna se asegura que no es así, "ya que las Taser portan un software que controla cada descarga, por lo que hay constancia del tiempo y el momento en que se ha utilizado. Cada vez que se usa se hace una diligencia en el Juzgado para que el juez tenga constancia". "En caso de denuncia de un particular, se acude a los datos y se comprueba si ha habido una utilización excesiva", añadieron.
Preferencias
Con todo, la Policía Local de La Laguna cuenta a día de hoy con 16 armas eléctricas, distribuidas entre los destacamentos de La Cuesta, Centro y Tejina. En los dos primeros hay siete Taser, seis del modelo M-26 y una del modelo X-26, un artefacto éste más avanzado. Las dos pistolas restantes están en Tejina.
Estas armas no forman parte del equipo diario del Policía Local, puesto que sólo se utilizan en servicios de actuaciones especiales y a cargo del miembro de superior rango de entre los presentes. No obstante, y conforme al reglamento, los agentes podrían portarlas a diario, si bien han mantenido la pistola convencional.
Según el testimonio aportado por un Policía Local de La Laguna, "preferiría que me dotaran de una pistola eléctrica. Con la de balas hay que pensárselo mucho a la hora de disparar". Sin embargo, la Taser conlleva ciertos riesgos respecto a la convencional, puesto que precisa ser disparada en una distancia no superior a siete metros si se pretende hacer blanco.
En España, fue la Policía Local de Arona la primera en hacerse con este tipo de pistolas. A finales del año pasado ya eran utilizadas por los Cuerpos de Seguridad autonómicos de Cataluña, Comunitat Valenciana y la Policía Local de Canarias.
En el caso de La Laguna, la Policía Local tiene 16 Taser repartidas en tres destacamentos y, según afirman fuentes internas, "desde que las poseemos, hace poco más de un par de años, sólo las hemos usado seis veces, y en casos extremos". De hecho, los propios agentes manifiestan su preferencia por el arma eléctrica. "Si pudiera, la cambiaría por la convencional", señaló uno de ellos.
Según un informe elaborado por Amnistía Internacional, desde 2001 hasta 2007 han muerto casi 270 personas por el uso de estas pistolas. La ONG considera que este arma es susceptible de ser utilizada como instrumento de tortura. Por esta razón, la organización internacional ha solicitado que se detenga su uso hasta que se hayan probado sus efectos sobre la salud humana, puesto que cada disparo de la Taser desencadena una descarga de 50.000 voltios que paraliza momentáneamente a la persona.
Situaciones de riesgo
Las reglas de uso de las Taser no difieren de las de las armas convencionales. Son exactamente las mismas: cuando se pretenda evitar un daño grave, inmediato e irreparable, rigiéndose al hacerlo por los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad. Solamente deberán utilizar las armas en situaciones en que exista un riesgo racional para su vida, para su integridad física o las de terceras personas.
De acuerdo a estos principios de actuación, la Policía Local de La Laguna se ha visto obligada, según fuentes de este mismo cuerpo, a utilizarla en seis ocasiones: en el centro de salud del barrio de La Candelaria, contra un persona con síndrome de abstinencia, con carácter violento, que amenazaba a una doctora y los pacientes con un cuchillo; en el barrio de La Candelaria, contra una mujer con un cuchillo de grandes dimensiones que amenazaba a su ex novio; en un bar de Taco, contra un atracador con un cuchillo; contra una señora que intentaba suicidarse en Los Majuelos tirándose a la autopista; contra un señor enajenado mental, corpulento y violento, que estaba destrozando una casa, y contra un señor con problemas psiquiátricos que amenazaba a su madre.
Sobre el uso indiscriminado de estas armas, desde la Policía Local de La Laguna se asegura que no es así, "ya que las Taser portan un software que controla cada descarga, por lo que hay constancia del tiempo y el momento en que se ha utilizado. Cada vez que se usa se hace una diligencia en el Juzgado para que el juez tenga constancia". "En caso de denuncia de un particular, se acude a los datos y se comprueba si ha habido una utilización excesiva", añadieron.
Preferencias
Con todo, la Policía Local de La Laguna cuenta a día de hoy con 16 armas eléctricas, distribuidas entre los destacamentos de La Cuesta, Centro y Tejina. En los dos primeros hay siete Taser, seis del modelo M-26 y una del modelo X-26, un artefacto éste más avanzado. Las dos pistolas restantes están en Tejina.
Estas armas no forman parte del equipo diario del Policía Local, puesto que sólo se utilizan en servicios de actuaciones especiales y a cargo del miembro de superior rango de entre los presentes. No obstante, y conforme al reglamento, los agentes podrían portarlas a diario, si bien han mantenido la pistola convencional.
Según el testimonio aportado por un Policía Local de La Laguna, "preferiría que me dotaran de una pistola eléctrica. Con la de balas hay que pensárselo mucho a la hora de disparar". Sin embargo, la Taser conlleva ciertos riesgos respecto a la convencional, puesto que precisa ser disparada en una distancia no superior a siete metros si se pretende hacer blanco.
En España, fue la Policía Local de Arona la primera en hacerse con este tipo de pistolas. A finales del año pasado ya eran utilizadas por los Cuerpos de Seguridad autonómicos de Cataluña, Comunitat Valenciana y la Policía Local de Canarias.
Fuente: El Día
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