La costa noroccidental de Tenerife fue arrasada por, al menos, dos fuertes tsunamis hace entre 150.000 y 180.000 años. Las olas llegaron a alcanzar los 50 metros de altura y se adentraron unos 800 metros mar adentro en una extensión de varios kilómetros cuadrados.
Así lo cree un grupo de investigadores españoles tras analizar la composición de los primeros depósitos de tsunamis hallados en la isla canaria. "Es muy probable que correspondan a varios episodios. Al menos, a dos tsunamis. Los indicios apuntan a que pudieron ser contemporáneos", afirma Mercedes Ferrer, investigadora del Instituto Geológico y Minero de España y autora principal de este estudio.
En la actualidad no hay riesgo de que Tenerife sufra un tsunami de estas características
Su intensidad está relacionada con la destrucción del edificio volcánico de Las Cañadas, anterior al actual Teide. "El desmantelamiento del edificio [un gran volcán con varios cráteres o un complejo de volcanes] se produjo hace entre 150.000 y 180.000 años, coincidiendo con los tsunamis", señala Ferrer. Las grandes olas que arrastraron estos depósitos "no fueron originadas por terremotos sino que fueron producidos por deslizamientos asociados a erupciones explosivas", explica.
Materiales arrastrados por las olas
Se trata de un hallazgo excepcional ya que las costas acantiladas de Canarias y la ausencia de plataformas costeras sobre las que se pueden depositar los materiales arrastrados hace muy difícil encontrar este tipo de restos. "Estos materiales se habían descrito como un yacimiento paleontológico a finales de los 80, pero de origen desconocido. La posición espacial del depósito, las cotas a las que aparece y sus características intrínsecas, como la composición, tipo y tamaño de cantos y bloques, así como las peculiaridades de la fauna que incluye, indican que fue depositado por un tsunami", explica Mercedes Ferrer.
Los materiales arrastrados por las olas fueron localizados sobre la plataforma de lavas de Teno, en el extremo noroccidental de Tenerife. El hecho de estar cubiertos por una potente capa de suelos ha hecho posible su conservación hasta ahora.
Los depósitos están compuestos por sedimentos detríticos con cantos y fragmentos angulosos de todo tipo, restos de peces, conchas y moluscos. "Aparecen en una extensión de varios kilómetros cuadrados y tienen un espesor variable de hasta un metro y medio", añade la investigadora.
Por lo que respecta a la posibilidad de que se repitan tsunamis de tanta intensidad, Mercedes Ferrer aclara que en la actualidad no hay riesgo de que Tenerife sufra un tsunami de estas características.
El objetivo de la investigación, en la que también participan Luis González de Vallejo, de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Jesús Coello, del Consejo Insular de Aguas de Tenerife y los investigadores de la Universidad de Lisboa Cesar Andrade y José Madeira, es estudiar las causas y los efectos de los grandes deslizamientos de flancos de islas volcánicas.
[Fuente: El Mundo]
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