APC opina que no se ha realizado un debate serio, profundo y sosegado sobre la cuestión de la inmigración masiva en Canarias. Todo se hace sobre la improvisación y el ataque entre las tres principales formaciones del arco autonómico, pero no se afronta el problema con perspectiva de solución.
En la cuestión de la inmigración, las diferentes instituciones autonómicas y estatales improvisan constantemente, pero se carece de un plan de actuación. APC propone un gran debate parlamentario y ciudadano sobre la capacidad de carga de nuestro territorio, su relación con el modelo económico, su relación con la calidad de vida de todas las personas que vivimos aquí, y su relación con la pervivencia de nuestros parámetros culturales e identitarios.
Por ello, dicho debate debe entrar de lleno en las cuestiones que verdaderamente preocupan a los/as canarios/as y que están en la raíz del problema: Es imprescindible fijar criterios de residencia, fijar criterios de edificación y proceder a análisis prospectivos sobre los recursos públicos sociales disponibles y los que se prevén sean necesarios para afrontar la situación actual.
Para APC, el verdadero efecto llamada sobre la inmigración legal es el actual modelo económico absolutamente dependiente del exterior y basado en el binomio construcción turismo que atrae a un sin fin de personas del resto del Estado, comunitarios y no comunitarios a asentarse en nuestro ya saturado territorio. De seguir apostando por el actual modelo económico desarrollista que genera una recolonización demográfica absolutamente injustificada y desproporcionada seguiremos convirtiendo a Canarias en un solar hacinado.
Además, denuncia APC que el verdadero efecto llamada sobre la inmigración ilegal es la pobreza absoluta a que está sometido el continente africano. En este caso las soluciones son más complejas, pues implican necesariamente la apuesta clara por el desarrollo de esas zonas de nuestro continente, las competencias políticas y financieras para atender a esta gente que llega en condiciones infrahumanas y para proceder a su repatriación por la vía de convenios con sus respectivos países. La propuesta del gobierno autonómico para que la armada defienda nuestras costas lo considera un auténtico disparate propio de políticos triviales e indecentes. Enfrentarse a gente famélica en medio de la marea con buques de guerra es propio del nivel de indecencia de los actuales gobernantes autonómicos.
En la cuestión de la inmigración, las diferentes instituciones autonómicas y estatales improvisan constantemente, pero se carece de un plan de actuación. APC propone un gran debate parlamentario y ciudadano sobre la capacidad de carga de nuestro territorio, su relación con el modelo económico, su relación con la calidad de vida de todas las personas que vivimos aquí, y su relación con la pervivencia de nuestros parámetros culturales e identitarios.
Por ello, dicho debate debe entrar de lleno en las cuestiones que verdaderamente preocupan a los/as canarios/as y que están en la raíz del problema: Es imprescindible fijar criterios de residencia, fijar criterios de edificación y proceder a análisis prospectivos sobre los recursos públicos sociales disponibles y los que se prevén sean necesarios para afrontar la situación actual.
Para APC, el verdadero efecto llamada sobre la inmigración legal es el actual modelo económico absolutamente dependiente del exterior y basado en el binomio construcción turismo que atrae a un sin fin de personas del resto del Estado, comunitarios y no comunitarios a asentarse en nuestro ya saturado territorio. De seguir apostando por el actual modelo económico desarrollista que genera una recolonización demográfica absolutamente injustificada y desproporcionada seguiremos convirtiendo a Canarias en un solar hacinado.
Además, denuncia APC que el verdadero efecto llamada sobre la inmigración ilegal es la pobreza absoluta a que está sometido el continente africano. En este caso las soluciones son más complejas, pues implican necesariamente la apuesta clara por el desarrollo de esas zonas de nuestro continente, las competencias políticas y financieras para atender a esta gente que llega en condiciones infrahumanas y para proceder a su repatriación por la vía de convenios con sus respectivos países. La propuesta del gobierno autonómico para que la armada defienda nuestras costas lo considera un auténtico disparate propio de políticos triviales e indecentes. Enfrentarse a gente famélica en medio de la marea con buques de guerra es propio del nivel de indecencia de los actuales gobernantes autonómicos.
Alternativa Popular Canaria
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